La Delegación Episcopal de Apostolado Seglarse define a sí misma como el órgano encargado de coordinar, animar, e impulsar el apostolado asociado de los laicos, promoviendo en esta acción un ejercicio de comunión eclesial. En este sentido, y haciéndonos eco de los documentos del Magisterio sobre el apostolado seglar, esta Delegación “ha de ser cauce de:
a) comunicación y diálogo con el ministerio pastoral e inserción en la Iglesia particular de las asociaciones, movimientos e iniciativas y experiencias de apostolado seglar y de sector;
b) animación y promoción de la acción evangelizadora general y de sector;
c) comunión, colaboración y coordinación de todas las asociaciones, movimientos e instituciones y, especialmente, del correspondiente sector pastoral.
La participación de los laicos en este organismo de la Iglesia particular ha de alcanzar el protagonismo que se debe conceder a los laicos y que exige la acción evangelizadora de la Iglesia en estos ámbitos”[1], a fin de que los diferentes grupos, asociaciones y movimientos reconocidos en la Diócesis se conozcan, se ayuden y vivan su apostolado en comunión y espíritu de servicio (Cf. 1.Cor 12,4.13; Hch 4, 32). Por tanto, su objetivo general en esta propuesta de trabajo de esta delegación se desglosaría de la siguiente manera:
· Procurar la relación, conocimiento y ayuda mutua entre las distintas Asociaciones y Movimientos.
· Procurar la presencia activa y renovada de Movimientos y Asociaciones en nuestra sociedad y en la Comunidad Cristiana.
· Favorecer la difusión de los distintos Movimientos y Asociaciones en toda la Diócesis.
· Promover encuentros diocesanos para la celebración comunitaria.
Las claves de esta propuesta son: la comunión, la celebración comunitaria, la difusión y la presencia.